HACER UN RELATO EN PRIMERA PERSONA DE UN PERRO CUYO NOMBRE ES BOLT Y SU AMO ES UN PASTOR EVANGELICO QUE SE ESCONDE DETRAS DE LA RELIGION PARA AMASAR FORTUNA EN BASE AL ENGAÑO DE LA FELIGRESIA
Me llamo Bolt y soy un perro pastor alemán. Mi vida ha sido una mezcla de momentos felices y situaciones que no entiendo del todo. Vivo con mi amo, el Pastor Samuel, un hombre que, a primera vista, parece ser un devoto servidor de Dios. Pero, como he aprendido a lo largo de los años, las apariencias pueden ser engañosas.
Desde que era un cachorro, he estado al lado de Samuel. Lo he visto predicar con fervor en la iglesia, sus palabras resonando con fuerza y convicción. La gente lo admira, lo respeta, y muchos lo consideran un guía espiritual. Pero yo, que paso cada día a su lado, he visto cosas que me hacen dudar de su sinceridad.
Samuel tiene una habilidad especial para tocar el corazón de las personas. Sus sermones están llenos de promesas de salvación y prosperidad. Habla de la importancia de la fe y de cómo Dios recompensa a los que dan generosamente. Y la gente, conmovida por sus palabras, dona grandes sumas de dinero. He visto a personas humildes entregar lo poco que tienen, convencidos de que están haciendo lo correcto.
Pero cuando las puertas de la iglesia se cierran y las luces se apagan, Samuel se convierte en otra persona. Lo he visto contar el dinero con una sonrisa que no es la de un hombre piadoso, sino la de alguien que ha logrado su objetivo. Guarda el dinero en una caja fuerte escondida en su oficina, lejos de las miradas curiosas.
A veces, me pregunto si alguien más sospecha de él. Pero Samuel es astuto. Sabe cómo mantener las apariencias y cómo manipular a las personas para que confíen en él. Incluso ha construido una imagen de hombre humilde, viviendo en una casa modesta y conduciendo un coche viejo. Pero yo sé la verdad. He visto los documentos que guarda en su escritorio, las inversiones y las propiedades que ha adquirido con el dinero de la feligresía.
No entiendo del todo por qué hace lo que hace. Soy solo un perro, después de todo. Pero sé que no está bien. He visto a personas llorar de alegría cuando Samuel les promete que sus problemas se resolverán si tienen fe y donan dinero. Y he visto la desilusión en sus ojos cuando sus problemas persisten y Samuel les dice que deben tener más fe y seguir donando.
A veces, desearía poder hablar, poder advertir a la gente. Pero todo lo que puedo hacer es observar y esperar. Espero que algún día, alguien vea a través de la fachada de Samuel y lo desenmascare. Hasta entonces, seguiré siendo su fiel compañero, esperando el momento en que la verdad salga a la luz.
Soy Bolt, y esta es mi historia.